Tachenko Os reís porque sois jóvenes
Limbo Starr, 2010
En el trabajo me miran raro cuando llevo con orgullo mi camiseta de Tachenko, no tanto por desconocimiento, que lo hay, sino la comparación entre el gigante de la antigua URSS y el que suscribe.
Pero las canciones del último trabajo de los maños hacen que me reafirme aun más en que estamos ante uno de los grandes grupos de la década. Temas como "Escapatoria", "El resland'Or", "Tírame a un volcán", "La resistencia" o "Vámonos", la mejor, definen de manera casi perfecta como hacer una canción redonda. Todo encaja a la perfección, la melodía, las voces, las letras. Tachenko nos han entregado su mejor disco, dando un salto de calidad con respecto a sus trabajos anteriores, también discos notables. Y esperemos que sigan así por muchos años más, haciendo lo que mejor saben, canciones perfectas como "Vámonos":
Estoy de acuerdo con los que dicen que el problema de estos chicos es que su debut, "Is This It" (2000), es demasiado bueno. Realmente estamos hablando de uno de los mejores discos de la década, y eso es un gran handicap para cualquiera. Les ha pasado a otros, Oasis por ejemplo, y seguirá pasando. Aguantaron bien con su 2º trabajo, "Room of Fire" (2003), pero a partir de ahí entraron en barrena.
O quizá sea que los niños bien se han cansado de hacer lo que mejor sabían, canciones. Por que lo que le faltan a este "Angles" es lo fundamental, canciones, grandes temas capaces de hacernos vibrar, saltar o emocionarnos como con "Last nite", "Hard To Explain", "The Modern Age" o "Soma", de su debut, o "Reptilia" y "The End Has No End" de su 2º trabajo.
Esperar 5 años para la continuación del decepcionante y suicida "First Impressions of Earth" (2006) y ver el resultado, causa, cuando menos, extrañeza. ¿Realmente era necesario este disco? Creo que no.
Claro que temas como "Under Cover of Darkness", su mejor tema en 8 años, "Two Kinds of Happiness" o "Taken For a Fool" aguantan bien la comparación, pero no es suficiente para justificar la vuelta. Al menos si esta parece un retorno sin ganas, donde cada uno de los miembros de la banda van a lo suyo y parecen no querer ni verse. El que la composición de los temas sea ahora labor de todo el grupo en lugar de tarea casi exclusiva de Julián Casablancas es más una torpeza que un acierto.
Quizá ya sea demasiado tarde y el fin si tenga un final.
